1. La experiencia gastronómica que conquista todos los sentidos

Sin duda, lo que marca la diferencia son los detalles: desde una entrada bien presentada hasta un final dulce que sorprende. Imagina comenzar con una Provoleta ahumada con tomates marinados en balsámico, seguir con un bife de chorizo al carbón en su punto justo, y cerrar con un pastel de chocolate casero. Cada platillo es una pieza clave en la experiencia.

2. Una cena especial: tradición argentina con toque contemporáneo

Nuestra carta de cortes incluye delicias como el New York de 400 g, el asado de tira de 600 g o la entreñá (arrachera), todos acompañados de guarniciones como papas a la francesa o verduras a la parrilla. Presentaciones clásicas que lucen sofisticadas.

3. El ambiente argentino que envuelve tu noche

En Puerto Cancún, el entorno se suma al sabor: luz cálida, vistas al canal y detalles rústicos que evocan nuestros bodegones porteños, como los del filete de lomo estilo compartido (600 g) que llega al centro para ser disfrutado entre todos.

4. Detalles del servicio que te hacen volver

Es sentir la recomendación del sommelier al maridar con un Malbec reserva, o ver aparecer el Tuétano a la parrilla justo cuando lo esperabas. Son esos gestos discretos los que hacen de una cena algo inolvidable.

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